En tierras de suspiros y anhelos,
donde el sol se oculta en mares de oro,
se teje la leyenda de un abrazo,
un lazo eterno, un refugio de tesoro.
En la penumbra de la noche serena,
donde las estrellas danzan con misterio,
un padre emerge como faro de luz,
su abrazo, un hechizo que calma el desespero.
En la trama de esta leyenda ancestral,
se escribe la historia de un amor incondicional,
un lazo que crece como río interminable,
donde el abrazo paterno es su canto musical.
Bajo la sombra de un árbol centenario,
se forja el lazo, fuerte y legendario,
los brazos del padre, un abrazo seguro,
refugio de amor, cálido y puro.
En cada abrazo, un susurro del viento,
historias contadas en silencio,
palabras que el corazón entiende,
un lenguaje ancestral que nunca se desprenden.
Padre, el héroe de esta leyenda viva,
con sus brazos forja un lazo que cautiva,
su abrazo es manto en noches oscuras,
resplandor que ahuyenta las amarguras.
El abrazo del padre, un lazo eterno,
teje sueños, construye un universo tierno,
en sus brazos, un refugio sin igual,
donde el amor es la más noble señal.
Así, en la leyenda de un abrazo sincero,
un padre se erige como el Guerrero,
defensor de sueños, constructor de paz,
su abrazo, tesoro que nunca deshaz.